El Monasterio fue fundado por el matrimonio D. Alonso de Ojea y Dña. María Rodríguez, ambos naturales de Casarrubios del Monte, de noble estirpe y muy piadosos. Eran fervientes cristianos sin hijos, por ello donaron su hacienda para la fundación de un monasterio en su villa.

El 25 de octubre de 1633 salen de Valladolid el grupo de monjas fundadoras, encabezadas por la Madre María Evangelista hacia Casarrubios. El 27 de noviembre de 1634 se establece la clausura y es elegida como Abadesa de la nueva fundación M. Mª Evangelista.

A día de hoy vivimos de la hospedería, a la que acude gente de toda España, y de la repostería. Pastas de té, rosquillas de san Bernardo, suspiros o pastas de limón esperan a todo aquel que pase por el pueblo o vaya de camino a Toledo por la A-5. El monasterio cisterciense de Casarrubios es una parada reconfortante para el alma y para el estómago.